Pedro Moreno González de Hermosillo – Biografia Vida y Obra

Pedro Moreno González de Hermosillo

Pedro Moreno González de Hermosillo, nació el 18 de enero de 1775 en Lagos de Moreno, Jalisco. Fueron sus padres Manuel Moreno Verdín de Villavicencio y María del Rosario González de Hermosillo, ambos españoles.

Era una familia acomodada, con numerosas propiedades, entre las cuales estaba la Hacienda La Daga, lugar de nacimiento de su hijo Pedro. Su infancia transcurrió entre las comodidades de las que disfrutaban las familias de grandes recursos económicos de la época.

  • Nacimiento: 18 de enero de 1775, Lagos de Moreno, México
  • Fallecimiento: 27 de octubre de 1817, Guanajuato, México
  • Nombre completo: Pedro José Miguel Ignacio Moreno González de Hermosillo
  • Padres: Manuel Moreno de Ortega; María Rosario González de Hermosillo
  • Conyuge: Rita Pérez Jiménez (m. 1799–1817)
  • Educación: Universidad de Guadalajara

Años de juventud

Su formación inicial fue en la escuela de su pueblo, pero tal como les correspondía a las familias pudientes ingresó en un Seminario. En su caso fue el de Guadalajara, para estudiar leyes, sin que llegara a terminar la carrera, porque debió volver a su tierra natal por el fallecimiento de su padre.

Se hizo cargo de las propiedades de la familia y se dedicó de lleno al comercio. En el mundo de los negocios mostró destacadas cualidades y un talante emprendedor. No obstante, sus habilidades para los negocios no le impidieron interesarse y desarrollar diversas actividades favorables a la independencia.

A los 24 años contrajo matrimonio con Rita Pérez Jiménez, con la cual tuvo varios hijos. Sus responsabilidades en los negocios y sus compromisos con el hogar no le impidieron que llegara a entablar relaciones con los caudillos de la insurgencia. Desde entonces fue considerado como un hacendado progresista y de ideas avanzadas.

Cada vez que podía, les prestaba ayuda a los insurgentes, esto llegó hasta  tal punto, que comenzó a convertirse en sospechoso para las autoridades españolas. Llegó el momento en que estas lo vigilaron más de cerca y amenazaron con apresarlo si se comprobaba que apoyaba a los rebeldes.

Años en la insurgencia

Debido al acoso de las autoridades españolas, se marchó a la hacienda La Sauceda, donde organizó a los campesinos de las zonas aledañas y con ellos comenzó a combatir al ejército realista.

Logró reunir a un buen número de familias, además de los trabajadores de su hacienda, su esposa y sus hijos, y se estableció en el Fuerte del Sombrero. Ese fue el punto de partida desde el cual comandó varias batallas por la causa de la independencia.

Con rápidas y efectivas incursiones libró batallas con bastante acierto, pero los problemas comenzaron a presentársele en 1816. En el Fuerte del Sombreo pudo repeler en varias ocasiones los ataques de los españoles, para lo cual lo favorecía la posición del fuerte.

Había conseguido que se unieran a él otros insurgentes, y el más importante de todos fue el recién llegado español Xavier Mina. Este joven, pero ya experimentado militar, fue hombre clave para resistir las tropas del Mariscal de campo Pascual Liñán.

Muerte de Pedro Moreno

Mina pasó a comandar a los insurgentes que hasta entonces estuvieron las órdenes de Pedro Moreno. En junio de 1817, se les hizo imposible mantener su posición en el Fuerte del Sombrero, y tuvieron que abandonarlo por los insistentes ataques de las tropas realistas.

No todos los insurgentes lograron escapar, y muchos fueron muertos en batalla o pasados por las armas. Con mina al mando y Moreno como su lugarteniente, los insurgentes sostuvieron varias batallas en el Bajío.

Destacan entre las batallas en que ambos participaron la conocida como la batalla del Fuerte del Sombrero. Durante un poco más de dos meses resistieron allí, hasta quedarse sin provisiones y las tropas mermaron. Moreno y Mina lograron escapar para refugiarse en la hacienda El Venadito.

No pasó mucho tiempo cuando el 28 de octubre de 1817 fueron atacados y resultó muerto Moreno, y Mina fue apresado. Al día siguiente el coronel Orrantía entró en la población de Silao, Guanajuato, con Mina como prisionero de guerra y la cabeza de Moreno en la punta de una lanza.

Sufrimiento causado a la familia de Moreno

No solo fue el mismo Moreno quien sufrió el carácter despiadado de las tropas españolas contra todos los insurgentes, su propia familia sufrió por esas acciones. Uno de sus hijos perdió la vida en una batalla cuando apenas contaba 15 años.

Su hija Guadalupe fue secuestrada a los dos años de edad. Durante años se creyó que la habían asesinado o que era una manera de presionar a Moreno para que se rindiera y se entregara a las autoridades españolas.

Lo cierto, es que la niña Guadalupe estuvo muchos años al cuidado de una familia española y pudo reencontrarse con su madre cuando terminó la guerra de independencia.

La esposa de Pedro Moreno, Rita Pérez Jiménez, tampoco escapó a los maltratos y humillaciones de los españoles. En el ataque al Fuerte del Sombrero cuando Moreno pudo escapar, ella no pudo hacerlo y quedó allí retenida por el ejército español.

Aunque le insistieron en que la liberarían si su esposo se entregaba, ella ni Moreno aceptaron. Su dignidad y la convicción de que luchaban por una causa justa era más importante para los esposos.

Pedro Moreno en la posteridad

La muerte de Moreno fue una de las más terribles que sufrió prócer alguno en la guerra de independencia. Fuentes documentales muy serias y precisas afirman que cuando Moreno fue rodeado solo tenía una espada y sin embargo se ensañaron con él, disparándole gran cantidad de balas. No más infame aún, es el hecho de que fue descuartizado y que su cabeza estuvo expuesta durante meses en un lugar público.

Las generaciones que le han sucedido reconocen sus hazañas y le han rendido homenaje a este valeroso jalisciense, que no se conformó con ser un rico hacendado y hombre de negocios.

Creyó y luchó por una causa justa, lo hizo con empeño y decisión, por eso el lugar donde nació, Villa de Santa María de los Lagos, lleva desde 1829 el nombre de Lagos de Moreno.

En 2010 fue confirmado que los restos de Moreno descansan para siempre en la Columna de la Independencia, acompañados con los de otros trece héroes de la Independencia de México.

Pedro Moreno, ha quedado para los jaliscienses, como símbolo del valor y de sentido de justicia de los hombres y mujeres de esa parte del territorio de México.